Muchos fracasan e hicieron de sus vidas unas existencias insípidas y sin entusiasmo por que no supieron hacer metas precisas para alcanzarlas. No tenían ideales concretos. Otros fallaron por que no dedicaron una entrega total a la consecución de sus ideales. Por que para obtener el ideal hay que "pagar el precio" o sea, hay que dedicarle todos los esfuerzos e inteligencia que dispongamos. No se extrañe que en este blog de automotivacion le repitamos mucho estos mismos conceptos. Por que como repetía Napoleón, "el único modo eficaz de aprender, que produce siempre resultados, es la repetición". Y existen principios tan suprema mente importantes que deben ser repetidos hasta la saciedad, hasta que su repetición forme un surco en el cerebro y los deje allí grabados para siempre. Uno de ellos consiste en esto: que absolutamente necesario tener ideales bien definidos. Y el otro que ningún ideal se lograra conseguir si no se ha pagado antes "una cuota inicial" de esfuerzo y perseverancia.
Sea claro, especifico, definido, en los ideales que desea obtener. No viva pensando en generalidades... yo desearía... No use términos vagos. Ponga a trabajar su imaginación. El rey David decía: "Dios siente gusto en satisfacer los buenos deseos de los que lo aman" (Salmo 144) ¿Usted ama a Dios? Claro que si. No tanto como debería, pero si lo ama, y seria el loco mas torpe del mundo si no amara a un amigo tan formidable como es Nuestro Señor que no piensa si no en ayudarle a progresar y a realizarse. !pues bien! El Libro Infalible, el que jamas se equivoca ni falta en ninguna de sus promesas, la Biblia, dijo hace casi tres mil años y lo sigue repitiendo que Dios goza y siente gusto especial en hacer buenos deseos de sus amigos lleguen a feliz termino. Y uno de esos buenos deseos son los ideales que usted se esta forjando. Así que que desarrolle aquella maravillosa facultad de hacer proyectos que se llama la imaginación, y póngala a trabajar a su favor, en favor de aquellos ideales que mas ardientemente esta deseando conseguir.
Existe una ley universal que dice: "nosotros atraemos fuertemente aquello hacia lo cual nos sentimos muy atraídos". Nadie puede atraer triunfos hacia si rechazándolos mentalmente o no amándolos con todo el corazón. Lo bueno que imaginamos lo podremos lograr probablemente. Pero ¿y si no imaginamos nada? Tener poca ambición, ser pobre en deseos, no cultivar ideales, en tener muy bajo aprecio hacia si mismo y hacia su futuro.
Si sus metas e ideales son definidos se convertirán en un imán que indefectiblemente lo atraerá y lo moverá a actuar a conseguirlos. Se concentrara y se dedicara a alcanzarlos con todo ahínco y determinación sin desviarse de ese caminos por miedo o desaliento.