El inversor es futurista por necesidad. Es decir, para invertir, hay que tener una teoría del futuro, pero El inversor emotivo que rol tiene en el sentimiento de mercado.
El problema se presenta cuando el inversor únicamente ve lo que quiere ver y solamente escucha lo que quiere escuchar. Para tener éxito en las inversiones, hay que tener la cabeza fría.
Claro que es sumamente importante, mientras tanto, solo leer las noticias que nos reafirman nuestra ilusión. En tiempos de alzas, piensan que las alzas durarán para siempre.
¿Qué pasó? Lo que ocurre es que la codicia extrema nos lleva a la sobrecompra. O sea, la ilusión se aleja mucho de la realidad. El que iba a comprar ya compró.
Si el joven inexperto ya se cree mejor inversor que Warren Buffett y lo vocifera en las redes sociales, es muy probable que estemos llegando al periodo de sobrecompra.
¿Era posible? Claro que sí. En mejores condiciones, claro que sí. Pero, lamentablemente, el entorno macroeconómico no lo permitió. La prensa inventa razones para explicar lo que no entiende.
Y para ganar dinero en este negocio hay que entender las irracionalidades de las masas y las dinámicas de los mercados.
TE PUEDE INTERESAR:
La psicología del inversor