Cuantas veces hemos dicho “dar es mejor que recibir” o “dar sin esperar nada a cambio” y para todo aquel que lo recuerde, hay muchos dichos que son iguales. Hoy me gustaría compartir con ustedes una enseñanza de un lama tibetano que nos dijo:
"La felicidad proviene de la abundancia espiritual y no de la abundancia material. La felicidad proviene de dar y no esperar nada a cambio. Si buscamos la felicidad para nosotros mismos, siempre nos elude. Intentamos llevar la felicidad a los demás y no podemos detenerla. Ven con nosotros." Cuanto más tratamos de dar, más multiplicamos. Si tratamos de comprender la felicidad, siempre está lejos de nosotros; Si tratamos de dárselo a otra persona, se nos pegará a las manos como si fuera pegamento.
Cuanto más amor damos, más ganamos. La ley del amor es diferente de la ley de la aritmética. El amor acumula menos, pero el amor sigue creciendo y multiplicándose. Si apartáramos todo nuestro amor, tendríamos a más de una persona que supiera sostenerlo y guardárnoslo para nosotros. Dar amor es importante; Pero cuando damos sin pensar en recibir, inevitable y automáticamente recibimos en abundancia.
Cuando decimos "te amo" queremos decir "un poco del amor de Dios fluye de mí hacia ti". Cuando fluyen cosas como el amor, el dinero o la alegría, la cantidad aumenta. El amor de Dios es infinito e igual para todos, y tal es la maravilla y el misterio de este amor, que cuando amamos a Dios, recibimos un gran aumento. Muchos otros vienen a nosotros.
Dar es un signo de madurez psicológica y espiritual humana. El secreto del éxito es dar. Para obtener alegría, debemos dar y debemos contagiar alegría.
Así que recuerda que cuando amamos, seremos amados, y cuando demos, recibiremos. "
Que tengan un espléndido día (acá es un día precioso, soleado, pero frío) y sean felices!!!
Hay más felicidad en dar que en recibir
Seremos personas más felices y gozozas siempre que ayudemos a los que nos necesitan hagámoslo de corazón