La famosa teoría del matemático John Nash nos plantea que para poder ganar un juego debemos conocer lo qué está haciendo nuestro oponente, de manera que podamos anticiparnos.
Entendiendo que si ayudamos al otro también podemos obtener lo que queremos, en el tiempo en que lo queremos y con los mismos recursos con los que ya contamos.
Las opciones que se presentan son, por lo menos, cuatro básicas:
Ganar/Ganar: Mutuamente benéficas, satisfactorias y ambas partes salen conformes.
Ganar/Perder: Se utiliza la posición, el poder, los títulos, las posiciones o la personalidad para lograr el fin de hacer perder a la otra parte.
Perder/Ganar: Se ve como una competencia. A medida que tu rendimiento y desempeño se vea afectado, tu competencia irá viéndolos beneficios que en este caso podría tener.
Perder/Perder: Cuando las dos partes individualistas, obstinadas y egoístas sostienen a rajatabla sus posiciones, lo que lleva a que ambas pierdan.
¿Cómo llevar a la práctica la teoría de Nash?
La aplicación de esta teoría resulta muy provechosa pues se trata de poder coordinar puntos de vista que además de gestionar los intereses personales, para saber leer lo que ocurre en su entorno de tal forma en que podamos analizar y ejecutar mejores formas de obtener resultados que se buscan.
Entonces ayudas a esa persona sabiendo que no puede pagarte lo que vale ese tipo de asesoramiento o le recomiendas alguien mucho más capacitado que tú mismo para hacerlo.
La teoría de Nash vendría a ser como un círculo virtuoso de decisiones personales que incluyen la paciencia, el buen trato, la empatía con el otro y la buena comunicación de tal forma que una pequeña acción beneficie y estimule a otros a lograr lo que desean y vayan produciendo cambios positivos en cientos de otros seres humanos.
Teoria de Juegos, Economía Experimental y Equilibrio de Nash