Sin una humilde pero razonable confianza en sus propios poderes, no triunfará ni será feliz. En cambio una sana confianza en sí mismo, puede darle el éxito. El sentimiento de inferioridad e insuficiencia se interpone y no le deja realizar sus esperanzas, pero la confianza en sí mismo le dirigirá hacia la acción y el éxito. Como ESTA ACTITUD MENTAL ES DE TANTA IMPORTANCIA, el presente libro se ha propuesto ayudarle a confiar en sí mismo y liberar los poderes que usted tiene encerrados en su espíritu.
Es aterrador comprobar el doloroso número de personas que se encuentran afligidas e impedidas por la enfermedad conocida como: “complejo de inferioridad”. Pero usted no tiene por qué padecer esa enfermedad. Esa enfermedad puede ser vencida. Una noche me encontré con un hombre apesadumbrado. Con rostro sombrío me pregunto: “¿Qué debo hacer para sobreponerme a mi tristeza? He tenido un fracaso económico. Y tengo una terrible desconfianza en mí mismo. Estoy desanimado y deprimido”. Solamente le di dos consejos. Uno humano y otro sobrenatural. El primer consejo, uno que me ha dado gran resultado siempre: “Recuerde que ningún mal o desastres es completamente definitivo en esta tierra. Cada vez que le suceda un fracaso exclame: “esto también pasará, esto también pasará” Y el segundo: un remedio que nunca falla: escribí en una tarjeta la siguiente frase de la Biblia: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” y le dije; Lea muchas veces esta frase. Piense en lo que ahí le dice Dios y verá los resultados. Se quedó un rato en silencio. Luego dijo: “Muchas gracias”, alzó los hombros y se perdió en la noche… Hace poco me lo volví a encontrar, y colocándome cariñosamente sus manos sobre mis hombros me dijo entusiasmado: “Parece increíble que dos frases como las que usted me enseñó, puedan cambiar tanto a una persona. Ahora enseño a los demás lo que a mí me devolvió la felicidad: “Esto también pasará” y “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Ya no me siento solo ni desamparado en la lucha y sé que los males también pasarán. Sí, todo lo puedo, aunque sea lo más difícil, con tal de que Cristo me fortalezca… siga recomendando a los desanimados estos lemas que entusiasman.